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martes, 24 de enero de 2012

PROTECCIÓN DE MENORES

En los ordenamientos jurídicos se recoge la necesidad de ofrecer amparo a determinados grupos sociales. Los menores forman uno de esos colectivos protegidos debido a su vulnerabilidad, falta de conocimientos y madurez.
En Andalucía concretamente, la ley 1/1998 de 20 de Abril de los derechos y atención al menor de la Junta de Andalucía.
Conocemos como protección de menores todas aquellas actuaciones para promover el desarrollo del menor, la atención a sus necesidades básicas y la garantía de una vida familiar estable.
Los menores objetos de protección presentan normalmente trastornos emocionales y relacionales, baja autoestima y un rendimiento escolar bajo o incluso inexistente.
Los factores de riesgo en el ámbito familiar son una situación caótica, paternidad ineficaz, falta de enlace mutuo… En el ámbito escolar podemos encontrar bajo rendimiento, abandono prematuro de los estudios… Una de las principales estrategias de mejora es la comunicación.
Las problemáticas fundamentales que afectan a este colectivo son la inestabilidad familiar,, el abandono escolar y como consiguiente el trabajo prematuro, escaso afecto por parte de la familia, falta de recursos económicos o mala distribución de ellos, predominio impulsivo o hiperactivo por parte de los niños, falta de iniciativa a la hora de realizar aspectos básicos en la vida diaria…
Las formulas actuales de intervención son:
-          Fase de Preacogida
-          Fase de Acogida. El niño entra en el centro. El Trabajador Social ejecuta los trámites sobre todo los referentes al ámbito escolar y el Educador Social proporciona información al equipo técnico.
-          Fase de Asentamiento. Se elabora un informe a la entrada del niño al centro. La familia conoce su régimen de visitas, acogimiento, si el menor vuelve o no a casa… Se reúnen con el tutor del niño para ver la evolución del menor y el cumplimiento o no de sus objetivos.
La intervención educativa sobre este colectivo engloba los principios básicos de normalización, individualización, creatividad, personalización, atención integral…
La metodología recoge la acción tutorial, los métodos educativos, la pedagogía de la vida cotidiana, del afecto…
Desde mi punto de vista se debe concienciar  a la población en general de la responsabilidad que lleva consigo traer niños al mundo. Los Trabajadores y Educadores Sociales debemos volcarnos con ellos, mostrarles confianza, cooperar y tratarlos con afecto y cariño. Debemos enseñar a los padres buenas prácticas en la educación de sus hijos, que estos sean participes del proceso al que están siendo sometidos.
Apruebo la acogida y la adopción de menores. Creo que este colectivo está siendo afectado por multitud de factores. Las parejas cada vez se casan más tarde y es ahí cuando comienzan a intentar traer hijos, al ver que no pueden, entre sus opciones esta el adoptar o acoger niños. El acogimiento y adopción por desgracia se da entre personas que no pueden tener descendencia, muy pocas personas lo hacen sin tener problemas para tener hijos. La principal causa de que esto sea así, es el coste de adoptar o acoger niños en esta situación de crisis. Otro principal motivo es el miedo a la familia biológica. La tardanza del proceso de adopción y los requisitos a cumplir para ellos son otro agravante más de esta situación.
¿Por qué no dejar que las parejas homosexuales adopten o acojan a menores? Para mí es una de las principales soluciones ante la cantidad de niños en centros de acogida. Un alto porcentaje de parejas heterosexuales tienen hijos biológicas y muy pocas de ellas debido a causas principalmente económicas, no adoptan niños. Las principales familias adoptantes son personas que no pueden tener hijos y estas son muy reducidas.

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