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sábado, 28 de enero de 2012

EL PROCESO DE SOCIALIZACIÓN

El proceso de socialización a partir de la lectura del documento “Individuo y Sociedad” de Rafael Merino.
El positivismo y el liberalismo nos aportan dos posturas de intervención: El innatismo y el ambientalismo.
Según el innatismo estamos condicionados por nuestra herencia biológica, y esto tiene como consecuencia el pesimismo pedagógico. El ambientalismo defiende que los factores que influyen en la socialización del individuo son el entorno y la cultura, cuya consecuencia es la falacia ecológica es decir, la culpa es externa al individuo y el medio es el único responsable de su comportamiento.
Desde mi punto de vista no estoy de acuerdo de que el individuo este totalmente condicionado por las características biológicas que les vienen dadas. Creo que es cierto que lo biológico juega un papel importante pero las experiencias, conocimientos, valores… que el individuo adquiere en sus etapas vitales también son muy importantes y son las esenciales para el desarrollo personal y configuración del individuo.
La Sociología Funcionalista, defiende que el desarrollo del individuo y los vínculos de este están condicionados por la sociedad en la que están inmersos y por su proceso de socialización. La desviación sería un producto de una socialización defectuosa.
El proceso de socialización tiene lugar porque la sociedad que quiera continuar siéndolo  necesita unos mecanismos de reproducción. Necesita incorporar nuevos miembros a la estructura ya dada o crear una sociedad  nueva. Los mecanismos de reproducción son de dos tipos: de control social y de adscripción identitaria.
El control social se basa en la necesidad que tenemos los individuos de vivir en grupo.  Cuando una persona se desvía de la norma, de lo que es común, enseguida se generan mecanismos de control, como la murmuración o la ridiculización. El miedo al “qué dirán” o a ser etiquetado como “raro” ha funcionado históricamente como mecanismos de integración, sobre todo en entornos rurales. Por tanto, el individuo tiene la necesidad de ser un ser social, y cuando esa capacidad del individuo falla se produce la desadaptación. Aquí, desde mi punto de vista la labor de los educadores sociales sería poner en sintonía y conseguir la adecuada interacción individuo-medio.
Por otro lado, la adquisición de la identidad es un fenómeno complejo en el cual tiene mucho que ver lo que hace le individuo, la actividad que desarrolla. En este sentido, el análisis del proceso de socialización está muy influido por la teoría de los roles.
Los roles son los papeles definidos socialmente e interpretados por los individuos. Los individuos son actores que interpretan diferentes papeles de acuerdo a un guión escrito por la sociedad. Estas rutinas lo que hacen es tipificar, categorizar las situaciones sociales, y los roles son los patrones de  conducta aplicables a estas situaciones sociales tipificadas.
En este ejercicio de los roles, base de todo el proceso de socialización, hay un momento clave, que es el cambio de papel y la rutinización de ese cambio de rol. El ritual de paso se aplica al abandono de un rol y el comienzo del ejercicio de un rol nuevo. Estos tiene un doble objetivo: que el individuo se vea a sí mismo como cambiado, diferente, con una identidad nueva, por lo que tiene que dejar de hacer las cosas que hacía con su antiguo rol, tiene que dejar de comportarse como tal, y empezar a hacer las cosas de otra manera, de acuerdo a su nuevo estatus u ocupación. Además, el resto de la comunidad se reconoce este cambio, que queda visibilizado y reconocido, con lo cual las expectativas de conducta también cambian.
No todos los individuos de una sociedad pasan por el mismo proceso de socialización. Si definimos la socialización como el proceso de incorporación a la sociedad, esta socialización dependerá del lugar a ocupar por el individuo en la sociedad.  Si esta posición es diversa y además hay algún tipo de jerarquía entre ellas, entonces el proceso de socialización se diversifica y se especializa en función de esta jerarquía. Este tipo  de socialización se denomina diferencial.
La socialización diferencial es lo que hace que dos personas diferentes que vienen de orígenes distintos, se socialicen de dos formas distintas.
Ejemplos de ello, pueden ser la socialización diferencial que lleva a niños y niñas a posiciones sociales diferentes, o la socialización diferencial al que se someten las distintas clases sociales.

En el proceso de socialización se pueden distinguir distintas partes:
La socialización primaria es la primera que se realiza y la básica. Es la que pone los cimientos de la personalidad del individuo y de su adscripción al grupo. No es posible la humanización sin esta socialización primaria. Se da en estos primeros años de vida, en los que la interacción con los adultos es fundamental para el encaje del niño en la sociedad. En este tipo de socialización, el papel de la afectividad es fundamental.
El aprendizaje del lenguaje es fundamental en esta etapa. El lenguaje no es sólo un código de comunicación, sino una forma de traducir el pensamiento en comunicación, y también un dispositivo de transmisión cultural. Otra característica de esta etapa es la confianza y la seguridad, proporcionada por los adultos, que filtran las incertidumbres y claroscuros de la vida social para ofrecer un entorno donde no hay dudas. Los niños necesitan estas rutinas para generar  esta seguridad, para no perderse.
Sobre esta base, si están bien hecha, se puede construir la socialización secundaria, es la incorporación de nuevas rutinas, de interacciones con otros adultos, de nuevos roles, de nuevas instituciones en la vida de los individuos.
El peso de las relaciones afectivas es mucho menor, y  por lo tanto los efectos no son tan duraderos. El lenguaje que se tiene que adquirir es especializado. El aprendizaje es relativamente rápido. Los individuos empiezan a gestionar la incertidumbre de la vida social y pueden llegar a cuestionar las rutinas establecidas e incluso a sustituirlas por otras nuevas.
La socialización primaria y secundaria se lleva a cabo en las llamadas agencias de socialización, instituciones especializadas en esta tarea. La familia es la agencia de socialización primaria por antonomasia y la escuela la agencia de socialización secundaria.
El papel del educador social es la detección precoz de estas disfunciones y la prevención son las armas más eficaces a largo plazo y más baratas. Deben actuar cuando han fallado las estructuras del edificio, más que una socialización secundaria lo que hay que hacer es resocializar al individuo. La resocialización consiste en la conversión a una vida social con el ejercicio de roles normalizados en las relaciones con los otros, en la familia, en el trabajo, en la comunidad. En esta segunda posibilidad los educadores sociales tienen el reto de ejercer de maestros de ceremonia de esta conversión.
Hoy en día aparecen nuevas agencias de socialización como los medios de comunicación y el grupo de iguales. La influencia de la escuela y de la familia sobre los individuos es menor.
Una socialización dificultosa puede desembocar en problemas de integración en la sociedad del individuo. Una socialización primaria defectuosa puede desembocar en una socialización secundaria difícil. Una socialización primaria defectuosa abre las puertas del cambio social o resocialización.

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