DISCAPACIDAD INTELECTUAL

Se define como discapacidad intelectual todo aquella ausencia, debido a una deficiencia, en este caso perteneciente o relativo al entendimiento, de la capacidad de realizar una actividad en la forma o dentro del margen que se considera normal para el ser humano, por la alteración de funciones mentales.

Los principales síndromes relacionados con la discapacidad intelectual son: Síndrome de Down (alteración genética producida por la existencia de un cromosoma extra en la pareja 21), X-Frágil (trastorno genético debido a la mutación de un gen), Angelman (enfermedad neuro-genética entre cuyas causas esta un retraso en el desarrollo, incapacidad de comunicación, falta de coordinación, problemas de equilibrios…), Autismo (trastorno caracterizado por graves déficits en el desarrollo) y Asperge (trastorno producido por condiciones mentales y conductuales).

Las principales características sociales y psicológicas son:

-          Habilidades intelectuales

-          Conducta adaptativa ( social, práctica, conceptual..)

-          Participación, interacciones y redes sociales.

-          Contexto

-          Salud mental, física…

Todos nos hemos percatado de la variedad de tópicos que en nuestra sociedad rodean este colectivo. La visión hacia ellos como personas anormales o simplemente especiales con connotación negativa, la idea de que todos son cariñosos, de sobreprotección, sentimiento de pena, arrinconarlos en un lugar de la sociedad… son algunos de ellos.

La sociedad los trata bajo un sentimiento de pena, bajo una visión de incapacidad, con limitaciones… y esto desde mi punto de vista no ha de ser así. Son seres humano ante todo y debemos de tratarlos como ello. No se les debe sobreproteger, ocultarle la realidad, ocultar la sexualidad ante ellos… Para mí,  no son seres incapaces, son seres humanos en una sociedad incapacitada para adaptarse a la pluralidad de sus ciudadanos.

Como educadores sociales, al intervenir con estas personas debemos escucharlos y comprenderlos, hacerlos participes de su propia realidad, potenciar su capacidad de decisión, autonomía… Debemos ser flexibles y pacientes, capacitarlos para reconocer sus errores y aceptar críticas, hacer de ellos ciudadanos fuertes ante una sociedad injusta. Debemos luchar por la aceptación social.